Las ORPs atuneras y la situación del sector centraron el primer panel de la sesión dedicada a los atuneros congeladores programada por Bilbao Exhibition Centre dentro del congreso Eurofishing. Organizada por ANABAC, las dos primeras ponencias llevaron la firma de Josu Santiago, coordinador del Área Gestión Pesquera Sostenible de Túnidos en AZTI, y Teresa Molina, subdirectora general de Acuerdos y Organizaciones Regionales de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Santiago expuso las principales cifras que dibujan el estado de los stocks de túnidos en el mundo. «Actualmente estamos cerca de los cinco millones de toneladas, un millón y medio por debajo del nivel que se considera como rendimiento máximo sostenible», señaló. En este sentido, resaltó que «el 86% de las capturas mundiales de atún provienen de recursos que se encuentran en una buena situación». Sin embargo, el experto de Azti puntualizó que un 11% de la pesca tiene lugar en zonas sobreexplotadas. Respecto a las especies de túnidos que atraviesan una situación más delicada, citó al patudo y al rabil o yellowfin.
Para revertir este escenario, Josu Santiago mostró su confianza en las medidas que adoptan las ORPs atuneras. En este punto, recordó cómo el declive que sufrían las poblaciones de atunes en los años 80 fue solventado con un trabajo concienzudo cuyos frutos llegaron tres décadas después. «Es una gran noticia porque confirma que esas organizaciones funcionan», subrayó antes de proclamar que los esfuerzos deben dirigirse ahora a preservar otras especies, como los tiburones.
La referencia a este reto le permitió dar paso a un capítulo de desafíos que deberá abordar el sector en las próximas décadas. Junto a los efectos del cambio climático, pocos son tan necesarios, sostuvo, como establecer «nuevos procedimientos de ordenación preacordados que den mayor seguridad a todos los operadores, como los recientes acuerdos sobre el atún rojo en el Atlántico, el listado en el Pacífico occidental o el patudo en el Océano índico». Asimismo, incidió en la importancia del multilateralismo porque «trabajando de manera conjunta se pueden conseguir grandes logros».
PESCA ILEGAL Y MINERALES
La cooperación a través de la gobernanza internacional para avanzar en la sostenibilidad de los océanos sin «duplicar convenios» fue una de las ‘recetas’ que prescribió la subdirectora general de Acuerdos y Organizaciones Regionales de Pesca, Teresa Molina. Solo así se conseguirá «luchar contra la pesca ilegal que tanto daño hace a los stocks en todo el mundo». La representante del Gobierno de España avanzó el problema que va a entrañar la convivencia de la actividad pesquera con la extracción de minerales de los fondos marinos. «Cada vez hay más tecnología para poder hacerlo pero no es una actividad inocua, así que aquí tiene que haber mucha colaboración entre los diferentes intereses para defender la pesca y el medio ambiente», sostuvo.
Antes de abordar estos desafíos, Molina recordó que la primera organización regional de pesca nació hace más de un siglo e implicó a las autoridades de Canadá y Estados Unidos, con el fin de regular la pesca del fletán en el Pacífico. «El acuerdo se produjo a instancias del sector pesquero debido al declive que sufría la especie a raíz de la utilización de barcos de vapor en la pesca», explicó para destacar que la implicación del sector en cuestiones de conservación medioambiental viene de lejos.
A este respecto, la experta hizo hincapié en el cambio de paradigma de la política pesquera común de la Unión Europea. «Hasta 2013, se centraba en mantener las flotas internacionales y garantizar el abastecimiento de los mercados. Desde ese año, el objetivo es la pesca sostenible y responsable«. Habló además de otros fines que guían la acción comunitaria, como el desarrollo científico, la integración de los aspectos medioambientales y de cooperación al desarrollo o la lucha contra el cambio climático.
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